Supongamos que yo te de consejos para adelgazar, te
venda pastillas, bandas, fajas y de todo lo que sirve para adelgazar y te hablo de lo efectivo que son esos productos, además te digo que esos productos también los consumo, pero resulta que soy
una persona super obesa. ¿Qué pensarías de los productos que te ofrezco? Que no sirven para nada ¿verdad?, que son puras mentiras lo que te vendo.
Resulta que cuando nuestro
testimonio no se ajusta a lo que dicen las Escrituras, tu niegas la eficacia de la Fe salvadora, si predicamos que Dios restaura la vida del pecador pero nosotros no damos evidencia de esa
restauración ¿no estamos negando al Señor? , le decimos a todos: Cristo hace todas las cosas nuevas, ven a Cristo y Él te hará una nueva criatura ¿Eres tú una nueva criatura? Cuando una persona
está en aprietos y desesperación, aparecemos como los grandes portadores de la esperanza “No temas, Dios está contigo, esta es una prueba, confía en el Señor” pero cuando somos nosotros los que
pasamos por esa situación difícil nos desesperamos y no damos testimonio de todas esas palabras de esperanza que damos a los demás. Es como ofrecer un producto que no consumimos o es como
decir que la solución que presentamos no nos sirve a nosotros. Eso es Negar al Señor.
Profesamos a un Dios de amor, y
que debemos amar a nuestro prójimo, pero qué difícil es amar a nuestros vecinos, que difícil es amar a ese hermano que piensa distinto que yo, cuando recibimos una ofensa en vez de perdonar se
espera el castigo de Dios para dicha persona y se nos olvida que Dios nos mando a soportarnos los unos a los otros. Se nos olvida versículos como 1 de Juan 4:8 El que no
ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Escribir comentario