LOS GIGANTES

EN LA BIBLIA

 

La Biblia describe a muchos individuos como gigantes, y también menciona varios grupos de personas gigantes. Los intérpretes han especulado sobre el tamaño de estas personas con conjeturas que van desde 2 m (6 ft) a más de 9 m (30 ft) de altura. Además, se ha proliferado una gran cantidad de información errónea sobre los gigantes bíblicos en Internet junto con algunas imágenes falsas de supuestos gigantes descubiertos. Entonces, ¿existieron realmente estos gigantes? Si es así, ¿qué tan altos eran?

 

Este artículo repasa todos los individuos y grupos de personas descritos como gigantes en las Escrituras. Después examina algunos registros antiguos y datos arqueológicos que corroboran una cierta cantidad de los datos bíblicos. El artículo concluye con un estudio del posible tamaño de estas personas alcanzaban basado en lo que actualmente entendemos sobre genética y biología.

Gigantes del Antiguo Testamento

Una de las primeras menciones de gigantes en las Escrituras se encuentra en Génesis 14.

 

En el decimocuarto año, Quedorlaomer y los reyes que estaban con él vinieron y atacaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, y a los horeos en el monte de Seir . . . Luego volvieron y vinieron a En-mispat (es decir, Cades), y atacaron todo el país de los amalecitas, y también al . . .  amorreo quien habitaba en Hazezontamar (Génesis 14:5-7, énfasis añadido)

 

Génesis 14 no revela que los refaítas, zuzitas, emitas o amorreos eran gigantes, pero esta información se puede encontrar en otras partes.

Los amorreos

Los amorreos son mencionados más de 80 veces en las Escrituras, y al principio, algunos se aliaron con Abraham (Génesis 14:13). Estos fueron descendientes de Canaán, nieto de Noé (Génesis 10:15-16). Aunque la Biblia no proporciona tal información, Josefo, el general judío quien se convirtió en historiador, nombra sus antepasados como amorreos. Si bien en ocasiones se mencionan a los amorreos en el mismo contexto que otros gigantes, estos se describen específicamente como gigantes en los profetas menores.

 

"Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo" (Amós 2:9-10).

 

Por medio de Amós, Dios declaró claramente que los amorreos generalmente eran muy altos y fuertes. Algunos pueden restar importancia a la descripción de los amorreos en este pasaje, ya que estos versículos emplean lenguaje figurado, pero hay algunas buenas razones para tomar este pasaje de una manera directa.

 

La idea de que los amorreos eran gigantes está sustentada en el informe de los espías que Moisés envió a través de la tierra de Canaán. Los amorreos fueron uno de los grupos de personas que ellos vieron (Números 13:29), y afirmaron que “todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura” (Números 13:32). Es revelador que en su respuesta, Josué y Caleb no rebatieron el tamaño de los habitantes de la tierra (Números 14:6-9).

Los emitas

Deut.210-11 (Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac.

 

Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. y Deuteronomio 2 revela que los emitas, que probablemente significa “terrores”, eran gigantes:

 

Los emitas habían vivido allí en el pasado, un pueblo tan grande, numeroso y alto como los hijos de los anaceos. Ellos también fueron considerados como gigantes, como los anaceos, pero los moabitas los llaman emitas (Deuteronomio 2:10-11).

 

Moisés le dijo al pueblo que los emitas solían vivir en el territorio que Dios les había dado a los descendientes del hijo de Lot, Moab (Génesis 19:37).

Los zuzitas (zomzomeos)

Deut.22:20.22. (Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos; pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar, como hizo Jehová con los hijos de Esaú que habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.)

 

Los zomzomeos (casi seguramente lo mismo que zuzitas en Génesis 14:5) también fueron llamados gigantes y son mencionados en el mismo capítulo que los emitas:

 

[La tierra de Amón] fue también considerada como una tierra de gigantes [hebreo refaítas]; los gigantes [refaítas] habitaban anteriormente allí. Pero los amonitas los llaman zomzomeos, un pueblo tan grande, numeroso y alto como los de Anac. Mas el Señor los destruyó delante de ellos, y los despojaron y vivieron en su lugar.

 

Estos versículos explican que un pueblo de gigantes conocido como zomzomeos había vivido en la tierra de Amón, “una tierra de gigantes”. Dios destruyó a los zomzomeos para que los descendientes del hijo de Lot, Ben-ammi (los amonitas) pudieran vivir en la tierra (Génesis 19:38).4

 

De acuerdo con Génesis 14:5, los zuzitas estaban en la tierra de Ham. Esto puede ser en referencia al hijo de Noé, Cam, ya que descendieron de él. Pero es más probable una referencia a los hamateos, que eran descendientes de Canaán, el hijo de Cam. Si bien los zuzitas y los zomzomeos pueden haber sido diferentes grupos de personas, existen suficientes similitudes en el nombre, la descripción y la ubicación geográfica para inferir que eran nombres variantes para el mismo grupo.

Los Refaítas

El término más común usado para describir gigantes en la Biblia es refaítas (ejemplo, Deuteronomio 3:11, 13).

 

Puede referirse a cierto grupo de personas,5 o puede ser un término que simplemente significa gigantes. La forma singular, rafah, también aparece varias veces (por ejemplo, 2 Samuel 21:16, 18, 20).6

 

El tercer capítulo de Deuteronomio contiene un relato interesante de la victoria de los israelitas sobre Sehón, el rey de los amorreos, y Og, el rey de Basán.7 Es aquí donde aprendemos un detalle intrigante sobre Og:

Porque únicamente Og, rey de Basán, había quedado del resto de los gigantes [refaítas]. De hecho, su cama era una cama de hierro. (¿No está en Rabá de los hijos de Amón?) la longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre (Deuteronomio 3:11).

Algunas traducciones en inglés usan la palabra sarcófago (NEB) o ataúd (TEV, CEV) en lugar de armazón de una cama, para la palabra hebrea עֶרֶשׂ (eres). La mayoría de las Biblias en inglés traducen este término como cama o armazón de una cama, lo cual tiene sentido ya que eres significa lecho, diván, cama, o armazón de una cama. Además, sería realmente extraño traducirla como sarcófago ya que estos estaban hechos de piedra o mármol, y la “cama” de Og estaba hecha de hierro.  

 

Ya sea que Moisés se refiriera a la cama o al ataúd de Og, esto no es particularmente relevante para la discusión en cuestión. Sin embargo, el tamaño de este objeto es notable. Se nos dice que tenía nueve codos de largo y cuatro codos de ancho “conforme al codo estándar”. Como el codo estándar mide aproximadamente 46 cm (18”) de largo, la cama o ataúd de Og tenía aproximadamente 4 m (14 ft) de largo y 2 m (6 ft) de ancho. Para poner esto en perspectiva, si estuviera de pie, la altura de esta cama habría sido exactamente el doble de alta que una persona de 2 m (6 ft) y 23 cm (9”) de alto. Por supuesto, puede que él no haya sido tan grande como su cama. Algunos autores han intentado minimizar la importancia de estas dimensiones, pero la Biblia identifica claramente a Og como un gigante.

Los Nefilim

La primera mención de gigantes en las Escrituras es justo antes del relato del diluvio.

 

"Había gigantes [nefilim] en la tierra en aquellos días, y también después cuando se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre". (Génesis 6:4).9

 

La palabra traducida como “gigantes” en este versículo es la palabra hebrea nefilim, y muchas versiones de la Biblia simplemente lo transcriben como tal. Ha habido mucho debate sobre el significado de esta palabra. Algunos creen que proviene del verbo hebreo nafal, mientras que otros afirman que es del sustantivo arameo nafil. Estos individuos se describen en hebreo como guibbor (“valientes”)

 

Los nefilim son mencionados nuevamente cuando los espías regresaron de su misión exploratoria de la tierra de Canaán. Estos hombres informaron que Ahimán, Sesai y Talmai (descendientes de Anac, progenitor de los anaceos) vivían en Hebrón. También declararon, “el pueblo que habita aquella tierra es fuerte; y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac” (Números 13:28). El capítulo concluye con diez de los espías que dan “un mal informe” tratando de convencer a los israelitas de que no podían conquistar la tierra

 

"La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos” (Números 13:32—33, RVR 60)

Los anaceos fueron mencionados en varios de estos pasajes. Eran quizás los más conocidos de los gigantes que habitaban en la tierra de Canaán en el tiempo del Éxodo. Como se indicó en el versículo anterior, estos eran parte de los nefilim. Si nefilim se refiere simplemente a los gigantes en general, entonces en Números 13:33 se dice que los anaceos son gigantes, lo cual es consistente con su descripción en este pasaje. Por lo tanto, los amorreos y otros pueblos gigantes también serían nefilim. Si nefilim se refiere a una tribu gigante en particular, entonces los anaceos fueron parte de esta línea.

 

Números 13:22 declara que Ahimán, Sesai y Talmai eran descendientes de Anac, quien obviamente era el homónimo de los anaceos. Tanto los emitas como los zomzomeos fueron comparados con los anaceos, ya que ambos eran “un pueblo tan grande, numeroso y alto como los anaceos” (Deuteronomio 2:10Deuteronomio 2:10, 21; 9:2).

 

Anac era el hijo de Arba (Josué 15:13). Poco se sabe sobre Arba, y no se proporciona su linaje. Sin embargo, aparentemente era algo legendario como lo indican las declaraciones aclaratorias en el texto cuando aparece su nombre. La ciudad de Hebrón, donde Abraham, Isaac y Jacob se asentaron y fueron sepultados, también se llamaba Quiriat-arba.13 Se nos dice que “Arba fue un hombre grande entre los anaceos” (Josué 14:1) y “el padre de Anac” (Josué 15:13; 21:11).14 La ciudad de Arba también fue llamada “Mamre” en Génesis 35:2. Mamre fue un amorreo, un aliado de Abram (Génesis 14:13). Este hombre era dueño del encinar cerca de los que Abram se estableció, y en algún momento, parte de Hebrón se convirtió en sinónimo de su nombre.

 

Josué peleó varias batallas con los anaceos y los amorreos. Finalmente, él “destruyó a los anaceos de los montes: de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades. Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod” (Josué 11:21-22). Estos hechos prepararon el escenario para el famoso relato de Goliat en 1 Samuel.

Goliat

Por supuesto, el gigante más famoso fue el poderoso filisteo a quien David mató. Así es como se lo describe en las Escrituras.

 

Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él (1 Samuel 17:4-7).

 

Tenga en cuenta que Goliat era de Gat, que resultó ser uno de los tres lugares donde los anaceos permanecieron, según Josué 11:21-22. Entonces, aunque no se le llame como tal en 1 Samuel 17, es posible que Goliat fuera descendiente de los anaceos que se mezclaron con la población filistea de aquella región.

 

Debido a las variantes textuales en los manuscritos antiguos existe cierto debate sobre la altura de Goliat. La mayoría de las traducciones al inglés siguen el texto masorético al calificar su altura en “seis codos y un palmo” (aproximadamente, 3 m (9’9”). Sin embargo, la Biblia NET describe a Goliat como “cerca de siete pies de altura [2 m]”.

 

La razón de la discrepancia es que el texto masorético difiere de algunos textos antiguos, incluida la Septuaginta y un manuscrito antiguo encontrado entre los Rollos del Mar Muerto, etiquetado 4QSama, que cataloga la altura de Goliat como de cuatro codos y un palmo (aproximadamente 2 m (6’9”)

 

Muchos estudiosos modernos creen que existe un apoyo textual más fuerte para el Goliat más bajito. Pero aun cuando específicamente no se le llama gigante en este pasaje, 2 Samuel 21:15-22 parece identificar a Goliat como el “gigante” (rafah) de Gat. Se ofrecen otros detalles que hacen que los “seis codos y un palmo” sean la cifra más probable. Por ejemplo, el peso total de sus armamentos requería que él fuera de tamaño y fuerza enormes. Su cota de malla pesaba alrededor de 125 libras y solo la punta de su lanza pesaba 15 libras. Esto es sin ni siquiera considerar su casco, la armadura en sus piernas, la jabalina o su espada. Además, personalmente me resulta difícil creer que cada miembro del ejército de Israel hubiera estado aterrorizado de alguien de mi estatura 2.1 m (6’9”)

 

Hay muchos otros detalles sobre el relato de David y Goliat que a menudo se pasan por alto. La mayoría de la gente asume que David era un joven bajo cuando luchó contra el gigante, pero la Biblia es muy clara en que David era considerado “valiente y vigoroso, [y] hombre de guerra” (1 Samuel 16:18) antes de luchar contra Goliat.

Otros Gigantes

La Biblia menciona a otros cuatro gigantes filisteos, que eran parientes de Goliat de la región de Gat. 2 Samuel 21:15-22 proporciona un relato más detallado de estos gigantes que el registro de 1 Crónicas 20:4-8, pero el último pasaje brinda información adicional que nos ayuda a dar sentido al pasaje. Los detalles adicionales de 1 Crónicas se ofrecen entre paréntesis.

 

Cuando los filisteos volvieron a estar en guerra contra Israel, David y los sirvientes que lo acompañaban descendieron y pelearon contra los filisteos; y David se debilitó. Entonces Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una nueva espada, trató de matar a David; mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: “Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel”.

 

Otra segunda guerra hubo después en Gob [o “Gezer”] contra los filisteos. Entonces Sibecai husatita mató a Saf [o “Sippai”], quien era uno de los descendientes de los gigantes. Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim [o “Jair”] de Belén, mató a [“Lahmi”] hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar.

 

Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes. Este desafió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David.

 

Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos. (2 Samuel 21:15-22).

 

Los valientes de David mataron a gigantes llamados Isbi-benob, Saf (Sippai) y Lahmi, así como a un gigante sin nombre con seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie. Cada uno de estos hombres podría haber descendido del remanente de los anaceos que sobrevivieron en la región de Gat, Gaza y Asdod (Josué 11:22).

¿Un gigante egipcio?

Uno de los valientes de David, Benaías, hijo de Joiada, derrotó a un hombre egipcio de gran tamaño:

 

"Y mató a un egipcio, un hombre de gran altura, cinco codos de altura. En la mano del egipcio había una lanza como un rodillo de tejedor; y se acercó a él con un báculo, arrebató la lanza de la mano del egipcio y lo mató con su misma lanza". 2do Samuel 23:21

 

Aunque a menudo se le considera un gigante, la Biblia no identifica específicamente a este hombre como uno, ni coloca este relato con las hazañas de los otros hombres de David que mataron a gigantes, pero si proporciona su altura como “cinco codos” (aproximadamente 2 m (7‘6”). En inglés las versiones de la Biblia KJV, NKJV, NASB, ESV y otras mas insertan la palabra “grande” antes de “altura” o “estatura”, pero “gran” no aparece en el hebreo. Esto puede haberse hecho con fines estilísticos y de legibilidad o porque su altura se proporciona más adelante en el versículo. La Biblia conocida como La traducción literal de Young (YLT) da a este versículo una equivalencia casi perfecta de palabra por palabra del hebreo: “Y él ha herido al hombre, el egipcio — un hombre de medida, cinco por el codo, y en la mano del egipcio está una lanza como un rodillo de tejedores” (1 Crónicas 11:23, cursiva en el original).

 

En el relato paralelo dado en 2 Samuel 23:21 la versión RVR1960 llama al egipcio “un hombre de gran estatura” y en la Biblia de las Américas (LBLA) “un hombre impresionante”. Si bien el hombre moderno puede pensar en un hombre de 2 m (7’6”) como un gigante, es intrigante que la Biblia no lo identifique como tal. Quizás esta sea una pista de que los identificados como gigantes eran más grandes que el egipcio asesinados por Benaías. Otra explicación para esta omisión es que muchos de los gigantes fueron llamados por sus tribus particulares (anaceos, emitas, etc.), mas no dice que el egipcio alto pertenezca a ninguno de estos pueblos de gigantes. Si ese es el caso, es curioso por qué los escritores bíblicos no usarían simplemente un término genérico para “gigante”, como rafa.

 

Siguiendo estos relatos en 2 Samuel y 1 Crónicas, los gigantes se desvanecen de las páginas de las Escrituras (aparte de la mención retrospectiva de los amorreos como gigantes en Amós 2:9).

Referencias extrabíblicas a gigantes

Decenas de esqueletos gigantes han sido desenterrados en los últimos siglos. Estas aseveraciones fueron especialmente populares en el siglo XIX. Hasta el momento, no se han presentado pruebas concretas de estas afirmaciones. Aunque algunos afirman que la evidencia fue ignorada, destruida u oculta por lugares como el Smithsonian, parece más probable que la gran mayoría de estos informes fueran engaños creados por varias razones.

 

HASTA EL MOMENTO, NO SE HAN PRESENTADO PRUEBAS CONCRETAS DE ESTAS AFIRMACIONES.

 

Varios sitios web muestran imágenes de personas paradas junto a un fémur humano gigante, pero estos huesos son esculturas, supuestamente réplicas de un hueso real encontrado en Turquía o Grecia. Una vez más, hay afirmaciones fantásticas, pero poca o ninguna evidencia sólida que las respalde. Hasta donde yo sé, nadie ha descubierto evidencia fósil de humanos gigantes. Pero, de todas formas, los fósiles humanos son bastante raros, ya que los humanos son más capaces de evitar el entierro acelerado en sedimentos y otras condiciones que podrían conducir a la fosilización de sus restos. Lo que sí es significativo es que muchas versiones gigantes de otras criaturas existieron en el pasado o aún existen en la actualidad. Por nombrar solo algunas, estas incluyen las siguientes:

Otros informes antiguos

 

Casi todos los lugares del mundo tienen leyendas de gigantes morando en la tierra. Ciertamente, se debe tener precaución al leer estas historias en la Internet, ya que gran parte de la información en línea es contraria a la Palabra de Dios. Por ejemplo, hace unos años, comenzaron a aparecer imágenes de esqueletos gigantes en los sitios web, pero eran claramente adulteradas (aparentemente parte de un concurso de diseño gráfico).

 

La mitología griega y romana menciona a los titanes, Kyklopes (Cyclops) y varios otros gigantes.26 La mitología nórdica contiene historias de los gigantes de Frost de Jötunheim. Pero estos registros no se limitan a las mitologías europeas o solo al pasado antiguo. Los pueblos africanos y asiáticos también tienen leyendas de gigantes, al igual que los nativos americanos.

 

Por ejemplo, en su autobiografía, “Buffalo” Bill Cody escribió las siguientes palabras sobre una leyenda que le contaron los miembros de la tribu Sioux de los EE. UU.

 

La mitología griega y romana menciona a los titanes, Kyklopes (Cyclops) y varios otros gigantes. 26 La mitología nórdica contiene historias de los gigantes de Frost de Jötunheim. Pero estos registros no se limitan a las mitologías europeas o solo al pasado antiguo. Los pueblos africanos y asiáticos también tienen leyendas de gigantes, al igual que los nativos americanos.

 

Por ejemplo, en su autobiografía, “Buffalo” Bill Cody escribió las siguientes palabras sobre una leyenda que le contaron los miembros de la tribu Sioux.

 

Les recomiendo el siguiente articulo donde presentamos evidencias de gigantes y de otras cosas mas que escapan a la comprensión humana...

 

por Tim Chaffey noviembre 26, 2019

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